Poco después de haber sido nombrado cardenal, en 1342, Etienne Aubert adquirió por cambio de propiedades, una zona de batir cereales perteneciente a la abadía Saint André, para construir en ella su palacio, al igual que lo hiciera el papa Clemente VI y varios otros cardenales. Este palacio, de forma rectangular, ocupaba el espacio actual del claustro Saint Jean...